El impacto de la tecnología en el sueño y cómo mitigarlo
Vivimos conectados. Y no es ninguna sorpresa: el móvil, la tablet, el portátil, la televisión… todos forman parte de nuestra rutina diaria. Pero, ¿te has parado a pensar en cómo todo esto afecta a tu descanso?
El sueño, esa necesidad básica y vital para el cuerpo y la mente, se ve cada vez más alterado por el uso excesivo de la tecnología, sobre todo durante las horas previas a dormir.
En este artículo vamos a ver cómo influye la tecnología en tu calidad de sueño, por qué sucede y, lo más importante, qué puedes hacer para mejorar tu descanso sin renunciar del todo a tus dispositivos.

¿Por qué dormimos peor con tanta tecnología?
La tecnología no es «mala» por sí sola. El problema está en cómo la usamos. Aquí te explico algunas formas en que afecta a nuestro sueño:
1. La luz azul altera tu reloj biológico
Los dispositivos electrónicos emiten luz azul, una frecuencia de luz que suprime la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
Cuando estamos frente a una pantalla por la noche (ya sea viendo una serie, revisando redes sociales o contestando correos), estamos diciéndole a nuestro cuerpo que “aún es de día”, lo que retrasa el sueño y reduce su calidad.
2. Estímulo constante = cerebro en alerta
Las redes sociales, los vídeos, los juegos o incluso los correos del trabajo activan constantemente nuestro cerebro. Cuanta más información procesamos justo antes de dormir, más difícil le resulta al cuerpo relajarse y entrar en la fase de descanso.
3. Asociamos la cama con actividad
Muchos usamos la cama para más cosas que dormir: ver Netflix, revisar el móvil, responder WhatsApps… Eso hace que el cerebro deje de asociar ese espacio con el descanso, y le cueste más “desconectar”.
Consecuencias de dormir mal (sí, también si solo duermes con el móvil cerca)
Un sueño de baja calidad, aunque solo sea por distracciones tecnológicas leves, tiene un impacto real. Algunos efectos que puedes notar:
- Te levantas cansado, incluso durmiendo 7-8 horas.
- Estás más irritable o con menos paciencia durante el día.
- Tienes dificultad para concentrarte.
- Se debilita tu sistema inmune.
- Se alteran tus niveles hormonales (incluyendo los relacionados con el apetito, el estrés y la energía).
Y todo esto puede volverse un círculo vicioso: duermes mal, tienes más ansiedad, usas más el móvil para distraerte… y vuelta a empezar.
¿Y qué podemos hacer para solucionarlo?
La buena noticia es que no tienes que deshacerte de tus dispositivos. Solo necesitas aprender a usarlos con un poco más de conciencia, sobre todo en las horas previas al sueño. Aquí van algunas recomendaciones sencillas pero muy efectivas:
🕗 1. Establece una “hora digital de cierre”
Intenta dejar de usar pantallas al menos una hora antes de dormir. Sí, cuesta al principio, pero el cuerpo lo agradece muchísimo. Puedes usar ese rato para leer un libro, estirar un poco, meditar, escribir en un diario o simplemente estar en silencio.
🌙 2. Activa el “modo noche” en tus dispositivos
Hoy en día, casi todos los móviles y ordenadores tienen un “modo nocturno” que reduce la luz azul. Actívalo a partir de las 20:00 h o, si puedes, desde que anochece. No es una solución total, pero ayuda.
📵 3. Saca el móvil del dormitorio
Sí, literalmente. Si puedes, deja el móvil cargando fuera de la habitación. Usa un despertador tradicional si necesitas una alarma. Esto evitará la tentación de mirar la pantalla si te despiertas a media noche.
🧠 4. Entrena tu mente a desconectar
No basta con apagar el móvil. También necesitas bajar las revoluciones mentales. Algunas estrategias útiles:
- Respiración consciente durante unos minutos.
- Escritura de pensamientos para “sacarlos” de la cabeza.
- Escuchar música relajante o sonidos naturales.
- Estiramientos suaves o yoga restaurativo.
🔁 5. Crea una rutina de sueño relajante
El cuerpo y el cerebro aman la rutina. Si haces siempre lo mismo antes de dormir (por ejemplo, lavarte los dientes, ponerte ropa cómoda, leer unas páginas…), poco a poco tu cuerpo entenderá que es hora de descansar.
🌿 6. Opta por actividades que favorezcan la calma
En lugar de mirar Instagram o leer las noticias justo antes de dormir (que suelen activar el sistema nervioso), prueba con estas opciones:
- Leer una novela (nada de temas estresantes).
- Escuchar un podcast tranquilo.
- Meditar (hay apps que te guían, como Insight Timer o Calm).
- Tomar una infusión relajante (valeriana, manzanilla, melisa…).
¿Y si no puedo desconectar tan fácil?
Es totalmente normal. Vivimos en un mundo donde estar “siempre disponibles” parece una obligación. Pero también es una decisión personal proteger tu descanso. Puedes empezar poco a poco:
- La primera semana, deja el móvil fuera de la cama.
- La segunda, empieza a desconectar una media hora antes de dormir.
- La tercera, construye una rutina nocturna que te guste y te relaje.
No hace falta hacerlo perfecto. Solo hacerlo con intención.
Dormir bien es cuidarte (de verdad)
A menudo nos obsesionamos con mejorar nuestra alimentación o hacer más ejercicio (lo cual está genial), pero olvidamos que dormir bien es la base de todo. Y gran parte de los problemas actuales con el sueño tienen que ver con la forma en que usamos la tecnología.
No se trata de demonizarla, sino de aprender a usarla con conciencia.
Tu cuerpo, tu mente y tu energía diaria te lo van a agradecer.
Y tú, ¿has notado que duermes peor cuando usas el móvil por la noche?
Si te animas a probar alguna de estas estrategias, cuéntanos cómo te va. ¡Dormir bien también es salud!